Las lesiones típicas del corredor son aquellas que suelen presentarse debido a la repetición del movimiento, el impacto continuo y, a veces, la técnica inadecuada o el calzado incorrecto. Algunas de las lesiones más comunes incluyen:
1. Fascitis plantar: Inflamación de la fascia plantar, el tejido grueso en la planta del pie. Provoca dolor agudo en el talón, especialmente con los primeros pasos en la mañana.
2. Síndrome de la banda iliotibial (SBIT): Inflamación de la banda iliotibial, una banda de tejido que va desde la cadera hasta el exterior de la rodilla. Causa dolor en el lado externo de la rodilla.
3. Tendinitis de Aquiles: Inflamación del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Se manifiesta con dolor en la parte posterior del talón.
4. Esguinces de tobillo: Lesiones en los ligamentos que sostienen el tobillo, generalmente por torcerse el tobillo hacia dentro o hacia fuera de manera brusca.
5. Fracturas por estrés: Pequeñas grietas en los huesos, comúnmente en los pies o en las espinillas, causadas por el impacto repetitivo.
6. Dolor de espinillas o «shin splints»: Dolor a lo largo de la parte interior de la espinilla, comúnmente debido a la inflamación de los músculos, tendones y tejido óseo alrededor de la tibia.
7. Rodilla del corredor o síndrome patelofemoral: Dolor alrededor o detrás de la rótula. Se debe a la desalineación de la rótula o al desgaste, inflamación o lesión del cartílago debajo de la rótula.
Para prevenir estas lesiones, es recomendable calentar adecuadamente antes de correr, enfriar después, usar calzado adecuado, mejorar la técnica de carrera, y no incrementar la distancia o intensidad del entrenamiento de manera abrupta. También es crucial descansar apropiadamente entre entrenamientos para permitir que el cuerpo se recupere y siempre es conveniente acudir a nuestro fisioterapeuta.
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